Esta es su dosis de buenas noticias para iniciar bien el mes y la semana
Crédito: Matheus Bertelli/Pexels
Sergio Salazar
Periodista
Buenaaaaas, ¡feliz lunes!
Antes que nada, permítanme desearles un gran mes de noviembre, espero que venga cargado de oportunidades, cosas bonitas y tiempo con las personas que son importantes para ustedes.
Ya saben que los lunes solo tenemos noticias buenas y las de hoy, ufff vienen bien bonitas: vamos a hablar de dos nuevas formas de protegerse del cáncer y de por qué deberían adoptar un perrito.
Empecemos.
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Creo que para nadie es un secreto que el cáncer de mama tiene una de las tasas de mortalidad más altas del mundo, para no decir que la más alta si hablamos de cáncer.
Según las cifras más recientes, que son de 2022, se registraron aproximadamente 670.000 a 685.000 muertes por cáncer de mama a nivel mundial.
Y yo sé que es desesperanzador, pero hay una pequeña luz.
Según una nueva investigación, dar a luz y luego amamantar pueden reducir el riesgo de tener cáncer de mama.
Y a ver, no estoy diciendo que tienen que ir a tener hijos ni mucho menos, eso es decisión de cada uno, pero me pareció muy interesante que los números lo demuestran.
Crédito: Leighann Blackwood
Cada 12 meses de lactancia se asocian con, aproximadamente, un 4 % menos de riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Además, el simple hecho de haber tenido un hijo ya aporta una disminución adicional de alrededor del 7 % por cada parto.
¿Y saben qué es lo más curioso? El porqué.
Según la fundación Breast Cancer Research, cuando una mujer da el pecho, su cuerpo modifica el tejido mamario, cambia los niveles hormonales, y parece desarrollar células inmunes especializadas que actúan como protección contra posibles células cancerígenas.
Ahora, esto no quiere decir que amamantar sea una garantía de que nunca vaya a haber cáncer, pero sí es una protección adicional.
De nuevo, no les digo esto para que vayan a tener hijos o imponer algún tipo de presión, nada más me pareció un avance interesantísimo.
Grandes noticias
Y ya que hablamos de curas del cáncer, resulta que un ensayo clínico internacional acaba de mostrar un avance GIGANTESCO.
El medicamento Amivantamab logró reducir los tumores de cáncer en la cabeza y cuello, en tan solo seis semanas.
No queda de más decir que este tipo de cáncer es uno de los más agresivos.
Pero, se probó en pacientes que habían pasado por quimioterapia sin éxito y, aproximadamente el 76 % de los pacientes experimentaron una reducción del tumor o al menos se detuvo su crecimiento.
Crédito: Ed Uthman/Flickr
Todo esto en un plazo de seis semanas.
Además, brinda lo que se conoce como “triple protección”: bloquea dos rutas claves del crecimiento tumoral y, al mismo tiempo, potencia al sistema inmunitario para que ataque las células cancerosas.
A ver, esto NO QUIERE DECIR QUE YA ENCONTRAMOS UNA CURA.
Por el momento falta muchísimo por investigar y se viene una etapa de pruebas de ensayo, pero sí es una buena señal de que la medicina está llegando a un punto en el que podemos hacerle frente a enfermedades que antes pensábamos eran imposibles de detener.
Infancia perruna
Para cerrar, una noticia que me dio demasiada ternura es que, resulta y acontece, que los bebés que crecen con perros en su casa, podrían tener un riesgo significativamente menor de desarrollar asma infantil.
Y no es por pura casualidad, en realidad, según estudios recientes, como los niños están expuestos desde pequeños a los alérgenos de perro, el cuerpo automáticamente va desarrollando defensas naturales.
Y, según los análisis, a los seis años ya tienen un 15 % menos riesgo de desarrollar asma, en comparación con otros niños.
Incluso, hay casos en los que se ha desarrollado hasta un 48% de resistencia.
Crédito: Jenny Uhling/Pexels
Claramente, no es un 100%, eso es imposible, pero son porcentajes altísimos.
Ahora, la pregunta del millón: ¿Por qué? Bueno, en realidad no sabemos con certeza. Lo que especulan los científicos, es que vivir con un perro desde pequeños “entrena” el sistema inmunológico, altera su microbioma nasal o fomenta una exposición a microorganismos que hacen al cuerpo más resistente a la sobre–reacción que conduce al asma.
Eso sí, esto no significa que todos los niños que tengan un perro nunca van a desarrollar asma, pero sigue siendo una gran excusa para adoptar un perro.